Cosas anheladas

Alguna vez te has preguntado ¿Por qué es que no suceden las cosas que tu corazón ha estado deseando tanto? Yo sí, en muchísimas ocasiones.

En mí caso, durante muchos años estuve anhelando algo que simplemente no veía cumplirse en mi vida. Ore por ello tantísimas veces, y no veía que nada sucediera. Un día súper X, me desperté pidiéndole a Dios que me regalara un cita divina con alguien. No tenía ni la menor idea de quien iba a a ser esa persona la cual Dios iba a a usar, pero estaba convencida que él me la daría. Según yo, este encuentro iba a darse en la Universidad. Llego la hora de regresarme a mi casa, y para ser sincera yo iba medio desmotivada porque yo tenía la expectativa que el Señor me iba a dar lo que le había pedido. Francamente no consideraba que esto de poner a dos personas para platicar fuera la gran cosa, pues eso pensaba yo.

Para no hacerte larga la historia, llegue a mi casa y mi mamá me estaba esperando con una invitación a que fuéramos al grupo de jóvenes de la iglesia a la que asistímos. Al principio yo estaba sin ganas de ir porque era del otro lado de la ciudad, un viernes en la tarde (usualmente este día hay más trafico de lo normal). Pero, sin darme cuenta en que momento fue, mis ganas de ir cambiaron. Me aliste y me fui. Al llegar a este lugar todos se portaron muy lindos y amigables.

En medio de la alabanza algo que no esperaba que sucediera, sucedió. Estaba con mis ojos cerrados cuando llego una chica muy agradable a orar por mí, mientras estaba pasando eso me pidió que saliéramos porque quería platicar conmigo. Y lo que había querido que sucediera en la mañana, mi cita divina, sucedió en la noche. Puedo decirte que esta cita ha sido un parte aguas, literal, en mi vida.

Quizás tú me podes decir: -¡Ahhhh pero eso que fácil! No Mafer, si tú supieras lo que yo le he estado pidiendole a Dios, me entenderías.- Y sí, tenes razón no sé lo que tú le has pediendo, pero sí sé una cosa y es que.... Dios responde en su debido tiempo.

En 1 Pedro 5:6-7 dice: « Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo ¡, él los levantará con honor. Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes».

De esto saco varias cosas:

Es necesario rendir nuestro deseo. Cuando nosotros nos ponemos en una posición de "Yo quiero que las cosas se hagan de la forma en la que quiero, en el tiempo que quiero", es muy difícil que Dios actué, porque querido, Él no actúa en base a lo que nosotros queremos. Hay un tiempo adecuado. En Eclesiastés 3 dice que todo lo hizo perfecto en su tiempo.  Esperar en Él trae honor. Puedo acercarme con confianza a contarle lo que me preocupa porque sé que Él me cuida. Así que amigo, quiero invitarte a que podamos rendir aquello que tanto anhelamos ante Dios, y que pongamos nuestra confianza y mirada en Jesús porque él en su debido tiempo actuará. Jesús conoce todos nuestros deseos, para él nuestros suspiros son conocidos (Salmos 38:9 RVR1960). Te mando un abrazo.  -Tu amiga, Mafer Jordán Ps. Si quieres que toquemos un tema en específico, escríbeme :D