¡Oh no!
- Mafer Jordan
- 3 jun 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 25 mar 2020
No se sí es así en otros países, pero hace algunos meses empezaron a transmitir la serie "Moisés y los diez mandamientos" en un canal cristiano aquí en Guatemala. Para serles sincera, a mí no me llamaba nada la atención verla, pero, mi mamá se emocionó tanto con ella que la buscó en Internet y se enamoro de la temática que esta presenta. Al ver la emoción de ella al hablar de la serie, decidí empezar a verla, muy buena para serles sincera.
Pero Mafer... ¿Qué tiene que ver esto con una entrada? ¿Acaso ahora escribirás reseñas?
Realmente yo voy por el capitulo 60 y de todo lo que he visto hay algo que me ha impresionado mucho y es precisamente de lo que hoy quiero compartir contigo. Yuneth, es una mujer muy mala, ella trabajaba en una casa de citas y a través de una mentira termina en el palacio como noble, con tal de conseguir lo que quiere es capaz de todo, inclusive hasta de matar. Desea que su hija, Nefertari, se convierta en la reina de Egipto.
Quizás tu me digas, ¡Yo nunca he matado a alguien para conseguir lo quiero! y puede que tengas razón, no somos tan extremistas. Con mucha vergüenza tengo que confesar que en algún momento yo me he portado como ella. Han sido tantas mis ganas de alcanzar o ganar algo que me ciego ante mi realidad. Nuestro deseo insaciable por más y más hace que perdamos la cabeza y hagamos cosas que no están bien como mentir, tomar prestado algo y nunca devolverlo (robar), tener malos pensamientos de las personas, maquinar cosas, etc. Ante los ojos de Dios, todos los pecados son iguales, la diferencia está en las consecuencias.
Hace unos días mis papás me hicieron un regalo muy especial, pero yo lo desprecie por estar viendo otra cosa. Les cuento, realmente necesitaba ese regalo, me iba a servir para universidad, proyectos personales, entre otras cosas, pero yo estaba segada con una marca en especial, porque muchas personas con las que me rodeo tienen una (era más por status). En fin, para no hacercelas tan larga, ellos me regalaron de otra marca y yo desprecie el presente. Lo peor del caso es que ellos se dieron cuenta y se entristecieron conmigo. Dios me hizo recapacitar por medio de algunos amigos que se acercaron a admirar este regalo, inclusive uno de ellos me dijo -"¡Tus papás se pasaron con estos!", con mucha vergüenza y arrepentimiento tuve que ir a pedir perdón.
¿Por qué te cuento esto?
Porque creo que muchas veces nosotros actuamos así con Dios. Son tantas nuestras ganas por obtener lo que NOSOTROS queremos, que lo lastimamos pecando, hablando mal, mintiendo, etc. Esta semana Él me ha estado recordando que SU VOLUNTAD es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2) y que sus planes son de bien para nosotros (Jeremías 29:11). Los planes que tú tienes para tu vida nunca van a ser mejores que los que Él tiene. ¡No comas ansias! Sé que cuesta, pero aprendamos a confiar y descansar en él.
Hoy te animo para que puedas entregarle a Dios ese deseo, sueño, anhelo, etc y podas concentrarte en Él. Su presencia y su compañía valen más que los "logros" que podamos alcanzar.
Te mando un fuerte abrazo. -Tu amiga, Mafer Jordán
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